(Casares 1885-Sevilla 1936) Político español. Realizó sus primeros estudios en su malagueña localidad natal, pero en 1896 se trasladó a Archidona como alumno interno del Colegio de los Escolapios, donde permaneció hasta finalizar el bachillerato en 1900. Se matriculó por libre en la Universidad de Granada y obtuvo la licenciatura en derecho en 1906 y tres años más tarde ganó las oposiciones para notario. Recién graduado, empezó a frecuentar el Ateneo de Sevilla, donde escuchó un discurso nacionalista pronunciado por Mario Méndez Bejarano, que significó el comienzo de su reflexión andalucista, cuya primera manifestación fue «El ideal andaluz» (1915). Un año más tarde rompió con el Ateneo y organizó los Centros Andaluces, que en 1918 convocaron a la asamblea de Ronda, en la cual se restituyó la bandera nacional andaluza, se elaboró un himno y se envió un alegato a la Sociedad de Naciones. Tras la asamblea realizada en Córdoba el año siguiente, redactó el «Manifiesto andalucista», más radical que el surgido de Ronda. Se presentó como candidato por Democracia Andaluza en 1919, pero, durante la dictadura de Primo de Rivera, los Centros Andaluces fueron clausurados y se refugió en Madrid durante nueve meses. Blas Infante con su hija Mª de los Angeles
Regresó a Andalucía para hacerse cargo de la notaría de Isla Cristina, en Huelva, donde se dedicó a investigar las raíces culturales andaluzas, parte de las cuales expuso en «Orígenes de lo flamenco y secretos del cante jondo». De vuelta a la política, fue candidato por República Revolucionaria Federal Andaluza, que quedaría en segundo lugar, y fue acusado de complot; en descargo de esa acusación, escribió su célebre «La verdad sobre el complot de Tablada» y el «Estado Libre de Andalucía». Durante la segunda República los Centros Andaluces fueron sustituidos por las Juntas Liberalistas de Andalucía. En julio de 1936 fue nombrado presidente de honor de la Junta Regional pro Estatuto, pero el 19 de ese mes Queipo de Llano ordenó su detención, y fue fusilado la madrugada del 11 de agosto.
Regresó a Andalucía para hacerse cargo de la notaría de Isla Cristina, en Huelva, donde se dedicó a investigar las raíces culturales andaluzas, parte de las cuales expuso en «Orígenes de lo flamenco y secretos del cante jondo». De vuelta a la política, fue candidato por República Revolucionaria Federal Andaluza, que quedaría en segundo lugar, y fue acusado de complot; en descargo de esa acusación, escribió su célebre «La verdad sobre el complot de Tablada» y el «Estado Libre de Andalucía». Durante la segunda República los Centros Andaluces fueron sustituidos por las Juntas Liberalistas de Andalucía. En julio de 1936 fue nombrado presidente de honor de la Junta Regional pro Estatuto, pero el 19 de ese mes Queipo de Llano ordenó su detención, y fue fusilado la madrugada del 11 de agosto.